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Me gustaría compartir mi experiencia en el viaje que realice como voluntario con mis amigos de Nuestra siembra y Litro de luz dos grandes proyectos.
Antes de empezar haré un pequeño resumen sobre estos dos proyectos.

La cerveza ecuatoriana Nuestra Siembra, entre algunos de los proyectos que tiene hay uno llamado “Siembra por Contrato”, el cual es un programa que impulsa los cultivos de maíz, arroz, cebada y papa beneficiando a los pequeños agricultores, artesanos, microempresarios distribuidos en diferentes provincias del Ecuador.

Estos agricultores reciben el apoyo técnico, capacitación y conectividad, para cosechar un producto de la mejor calidad y adquirido por Cervecería Nacional para producir Nuestra Siembra, siendo productos 100% naturales y lo mejor de todo 100% ecuatorianos.

Miembros de la comunidad
Integrantes de la comunidad
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Voluntarios

Voluntarios
Voluntarios

El proyecto Litro de Luz, tiene como objetivo cambiar el estilo de vida de ciertas comunidades vulnerables donde falta iluminación en espacios públicos, utilizando paneles solares para entregar luz a bajo costo y así mejorar su vida cotidiana.

Postes listos para probar

El jueves 27 de enero nos juntamos un grupo de voluntarios con Nuestra Siembra y Litro de Luz y nos dirigimos a una pequeña comunidad llamada San Pedro de Yacupamba, en la provincia de Chimborazo. Durante dos días, los voluntarios y comuneros hombro a hombro participamos en la elaboración de los postes de luz que funcionan con energía solar, fueron 50 postes ubicados en diferentes lugares de la comunidad como por ejemplo el camino hacia los lugares de sembríos, la escuela, las canchas para practicar deporte y así dotarles de iluminación en la noche brindándoles mayor seguridad y poder disfrutar de esos espacios en los que antes tenían que transitar con cuidado por la falta de luz.

El clima no acompañaba en ciertos momentos del día, pero fue una gran experiencia compartir con los habitantes de Yacupamba que nos trataron como si estuviésemos en casa, degustando su comida que la prepararon con todo el cariño y lo mejor de todo es que son productos naturales cosechados por ellos en sus tierras. Su día de trabajo empieza horas antes del amanecer, lo que hace que sea mas reconfortante el saber que contribuimos a mejorar su estilo de vida.

Fue una grata experiencia y conocer a profundidad estos dos proyectos que se complementan muy bien al favorecer a los sectores de la población menos favorecida.

Hablando con los habitantes de Yacupamba, me contaban que ellos son los que menos ayudas reciben en la zona para fomentar el turismo por lo que todo aporte es bueno, (respondiendo con una sonrisa).

Grupo voluntarios al regreso de Yacupamba
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